Por todos es conocido la
importancia del reciclaje y hoy nos centramos en las pilas, un
material que no debemos de tirar en cualquier sitio porque puede
dañar el medio ambiente ¿Cuánto sabes a cerca de él?
Con el aumento del
desarrollo de la electrónica de consumo, las pilas se han ido
multiplicado, en los últimos años, en el seno de cada hogar. En
general, una vez que las pilas se agotan y ya no sirven, son tiradas
en cualquier parte. Esto representa una verdadera amenaza para el
medio ambiente cuando, en lugar de tirarlas, pueden servir y ser
utilizadas nuevamente si se les efectúa el reciclaje apropiado.
Se estima que si el 87%
de la población se dedicaran a reciclar pilas, se podría obtener la
recuperación efectiva de más una tercera parte. En cuanto a las
baterías, podríamos poner por ejemplo las baterías de plomo que se
halla en los vehículos. En este caso, la tasa de recuperación
mediante al reciclaje podría ser del 105%, una cantidad de unidades
recuperadas ligeramente superior a las que salen a la circulación
cada año.
Un buen ejemplo
La Unión Europea, en una
directiva de 2006, quiso dar un impulso para la recuperación y el
reciclaje de pilas y baterías. La UE se ha fijado una meta para el
2016: obtener un 45% de materiales recuperados. Este parece un
proyecto ambicioso y, sin embargo, no lo es. Simplemente, se basa en
la participación de todos los ciudadanos, de las empresas, de las
industrias y de los gobiernos.
En cada hogar podría
llegar a hallarse una gran cantidad de pilas y baterías; quizás
hasta más de cincuenta. Esta cifra puede parecer enorme, pero
bastaría con mirar a nuestro alrededor: MP3 en reloj de alarma,
ratones inalámbricos, desde los móviles hasta los relojes, el
control remoto del garaje con cámaras… Si nos ponemos a observar
detenidamente las pilas están en todas partes.
De aquí surge la
necesidad de recuperar sus componentes para otorgarles una segunda
vida útil. De hecho, el reciclaje de una tonelada de pilas usadas
permite la obtención de 600 kg de metales pesados, incluidos, por
ejemplo 300 a 350 kg de zinc, 20 kg de níquel y 2 kg de mercurio.
Estos compuestos,
contenidos en una sola pila, son suficientes para contaminar 40
litros de agua durante 50 años. Si analizamos esto, vamos a
comprender la necesidad de contribuir para no contaminar medio
ambiente.
¿CÓMO RECICLAR
PILAS?
Para el correcto
reciclado de las pilas usadas tenemos dos opciones, la primera es
depositarlas en los contenedores de pilas, destinados a tal fin.
Suelen estar distribuidos en la ciudad, en marquesinas de autobuses…
y normalmente tienen varios compartimentos, uno para las pilas de
botón, y otro para el resto de pilas.
Si no sabemos dónde
encontrar uno de estos contenedores, debemos llevarlas al punto
limpio de nuestro distrito. De paso, podemos aprovechar el paseo para
llevar el aceite usado, ropa usada… y todos aquellos deshechos que
no encajan en ninguno de los contenedores habituales.
Cada uno de nosotros
puede poner su granito de arena en esta fase que corresponde a la
primera fase de este proceso: la etapa de recolección de residuos.
Aquí es muy valiosa
nuestra contribución ya que podemos cooperar separando absolutamente
todas nuestras pilas usadas y colocándolas, posteriormente, en los
contenedores correspondientes para que puedan pasar, más tarde, a la
segunda etapa en la que las usinas se encargarán de su
transformación.
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